Mis días por el mundo fueron maravillosamente únicos y solo quienes tuvimos la chance de vivirlo como “viaje de arquitectura” podemos entender de que se trata.
No es un viaje mas, no son meses desperdigados por el mundo, es mucho más que eso..
Es también tirarse en un parque, sacar muchas fotos, bañarse en las costas croatas y grecas, armar la carpa y desarmarla y armarla y desarmarla otra vez, inflar y desinflar el colchón, entrar al coliseo romano, visitar la Acrópolis de Atenas, un picnic on Seba a orillas del Sena, vivir un mundial único lejos de tu país, hacer miles de kilómetros en camioneta, colgar y descolgar las bombachas mojadas, ordenar y volver a ordenar la alacena con la comida, comer refuerzos de atún, comprarse lápices en Praga, visitar petra, pisar Japón, sacarle foto al Empirestate, caminar por la muralla china, un recorrido de la muerte en un taxi en Katmandu, presenciar cremaciones, sentir el olor de Varanasi, morirse de calor en el Taj mahal, pasar noches en un ferry, manjar al revés, conocer la Bauhaus, mi querida Ronchamp, confirmar lo que fueron las majestuosas obras de Le Corbusier, andar en tren bala, en el Vaporetto de Venecia, ir dos veces y quedarse con ganas de volver a parís, recargar pilas donde sea, prender la maquina en cualquier momento, mezclar el mundo occidental con el árabe y el musulmán.
Es mucha lámpara en Estambul, mucha babucha y pañuelos en india, la odisea del envió en Hong Kong, animarse tres mujeres solas a recorrer el desierto jordano en auto, flotar en el mar muerto, navegar en el Nilo, visitar las pirámides, comer en pizza hut, morirse de miedo en Amman, observar como se puede festejar la muerte en india y no entender como en el mismo rio que tiran las cenizas de los muertos todos son felices dándose un baño y lavando la ropa.
Es conocer todos los sistemas de duchas posibles, bañarse con agua helada, conocer un glaciar en los fiordos, morirse de frio y ponerse miles de capas de ropa, dormir en la camioneta, que llueva todos los días, caminar hasta acalambrar las pantorrillas, reírse hasta acalambrarse los cachetes.
Rupias nepalíes o indues? Que cambia? Cambia! Surtirse de víveres, hacer rafting en Nepal, la maldita pastilla para la malaria, vómitos, diarreas, mareos general. Pantalla gigante en Nepal y festejar por Uruguay, caras pintadas, banderas y nervios. Intentar dormir en el tatami mas duro que te puedas imaginar, dejar la ropa en remojo en una bañera, acostumbrarse día si día no a cambiar de mapa de ciudad, entender el metro de Tokio, andar en bici en Hyogo, idolatrar a Tadao, adorar ala biblioteca de Sendai que por suerte sigue en pie!, son las galletitas oreo y las papas pringle.
Y un sin fín de cosas que añoro cada dia mas….